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    Cómo manejar la depresión o la tristeza: consejos para las familias

    Updated at March 27th, 2023

    Descargo de responsabilidadeste material es solo para fines educativos. Usted, el lector, asume la responsabilidad completa sobre el uso que decida darle. No tiene el fin de proporcionar asesoramiento médico, diagnóstico o tratamiento. Tampoco reemplaza el consejo o las recomendaciones de un médico o un profesional de la salud. La mención de un producto o servicio comercial específico no implica la aprobación o recomendación de ese producto o servicio por parte de CPCMG.

    ¿Qué es la depresión?

    Depresión es otra palabra para referirse a sentirse triste durante un tiempo. Sentirse triste es normal. No es el resultado de la falta de capacidad o fuerza para hacer frente a las situaciones. Es comprensible que ciertos eventos en la vida de un niño lo hagan sentir triste, como si un amigo cercano se muda o si una mascota muere. Sin embargo, cuando los sentimientos de tristeza de un niño se interponen en sus actividades normales, como dormir, comer, ir a la escuela y jugar con sus amigos, es hora de actuar.

    Los niños experimentan la depresión de manera diferente a los adultos. Es posible que su hijo no pueda decirle que se siente triste y que ni siquiera esté de verdad triste. En cambio, puede notar que su hijo parece irritable, frustrado, inquieto, desanimado o cansado. Estos son algunos otros signos comunes de depresión en los niños.

    • Tener problemas para dormir o dormir demasiado
    • Llorar mucho
    • No querer comer o comer demasiado
    • Perder el interés en las cosas que antes les importaban
    • Alejarse de familiares y amigos

    ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en casa?

    Estos consejos son útiles para todos los niños, pero pueden ser especialmente útiles para los niños con depresión. Criar hijos es una labor ajetreada, así que utilice su criterio para determinar cuáles sugerencias tienen más sentido para su familia.

    Conéctese con su hijo

    • Dedique tiempo a estar con él todos los días. Incluso solo 10 minutos pueden marcar una gran diferencia. Intente preparar la cena juntos, jugar un juego de mesa o salir a caminar o a andar en bicicleta juntos.
    • Averigüe qué es lo que preocupa a su hijo, porque el estrés puede empeorar la depresión. Por ejemplo, si su hijo parece estar de mal ánimo cuando llega a casa de la escuela, podría preguntarle: "¿Ha ocurrido algo hoy en la escuela de lo que te gustaría hablar?"
    • Pregúntele acerca de los amigos y las actividades sociales. Infórmese sobre las relaciones en línea, así como las relaciones en persona.
    • Elogie a su hijo y haga que se sienta bien consigo mismo. Por ejemplo, "¡Hiciste muy bien esa tarea!" o "Gracias por ayudarme con los platos. Tengo mucha suerte de contar con tu ayuda".
    • Aprendan juntos nuevas habilidades que ayuden a superar las preocupaciones (ansiedad), como respirar profundamente o pensar de manera más positiva. Los sitios web como Inner Explorer (www.innerexplorer.org) pueden ser útiles.
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    Anime a su hijo a divertirse y a ser sociable

    • Dedique tiempo a las actividades que su hijo disfrute, como ver un partido de béisbol o dar un paseo en bicicleta.
    • Ayude a su hijo a planificar el tiempo que pasa con sus amigos y familiares. Los niños que se sienten deprimidos pueden aislarse de las personas que les importan, lo que puede empeorar la depresión.
    • Limite el tiempo de socialización frente a pantallas. Comunicarse por mensaje de texto o redes sociales no es un reemplazo para el tiempo que se pasa con amigos o familiares en persona y, de hecho, puede hacer que su hijo se sienta más aislado de los demás. Controle y limite el tiempo que su hijo pasa enviando mensajes de texto o en las redes sociales hasta que se sienta mejor. Si su hijo está separado de sus amigos por la distancia u otras circunstancias, como las restricciones relacionadas con COVID-19 (enfermedad por coronavirus 2019), muéstrele y respalde las conversaciones virtuales en la medida de lo posible (por ejemplo, por teléfono o Zoom).
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    Desarrolle hábitos saludables

    • ¡A moverse! Anime a su hijo a mantenerse físicamente activo durante al menos una hora todos los días. Esta actividad puede incluir jugar al aire libre, unirse a un equipo deportivo o hacer una actividad en la YMCA, ir en bicicleta o a pie a la escuela, o bailar en casa con su música favorita. La actividad física es buena para la salud mental.
    • Haga las cosas que disfrutó en el pasado. Divertirse es parte importante del cuidado personal.
    • Coman alimentos sanos. Consuman comidas saludables todos los días, como frutas y verduras, granos integrales y alimentos con proteínas. ¡Recuerden desayunar!
    • Duerman lo suficiente. Los niños en edad escolar necesitan dormir de 9 a 12 horas todas las noches, y los adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas.
    • Limite el tiempo que pasan frente a pantallas. Intente que pasen menos de 2 horas al día frente a una pantalla para entretenerse. Evite los programas de televisión, los videojuegos y las películas de miedo o violentas.
    • Mantenga las rutinas familiares. Es importante seguir un horario regular para jugar, comer y dormir. Saber qué esperar puede ayudar a su hijo a sentirse seguro y protegido.
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    Puede dar mucho miedo pensar que su hijo se está haciendo daño a sí mismo. Sin embargo, si su hijo se siente deprimido, tome medidas adicionales para hacer de su hogar un lugar seguro eliminando las armas, el alcohol, los medicamentos y los productos químicos domésticos dañinos. Si no puede retirar estos artículos, guárdelos de forma segura (por ejemplo, en una caja fuerte).

    ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en la escuela?

    Las dificultades en la escuela pueden ser una causa o un efecto de la depresión. A los niños les puede resultar difícil concentrarse en la escuela o incluso asistir cuando se sienten tristes, y los niños que tienen dificultades para aprender o problemas con sus compañeros pueden sentirse frustrados y tristes. Lo que parece pereza o falta de interés puede ser depresión. Si su hijo tiene problemas en la escuela, pruebe estas formas de ayudarlo.

    • Pregúnteles a los maestros si su hijo tiene dificultades de aprendizaje y pida que le hagan un examen académico si su hijo tiene dificultades o se está retrasando.
    • Pregúnteles a los maestros y al consejero escolar si su hijo podría estar sufriendo acoso escolar; de ser así, solicite su ayuda para abordar el problema y proteger a su hijo.
    • Si su hijo tiene problemas físicos frecuentes (por ejemplo, dolores de cabeza, dolores de estómago, cólicos) por la mañana y no quiere ir a la escuela, dígale con suavidad pero con firmeza por qué es importante ir a la escuela; elabore un plan con su pediatra y el personal de la escuela sobre cómo se deben tramitar las solicitudes de irse temprano de la escuela a la casa.
    • Elogie los esfuerzos de su hijo para mejorar en la escuela, así como sus éxitos.
    • Si cree que el estrés familiar o la presión para que le vaya bien en la escuela están molestando a su hijo, dígale que está haciendo un buen trabajo y que se siente orgulloso de él.
    • Ayude a su hijo a establecer metas realistas para la escuela. Si se fijan metas que son demasiado difíciles de cumplir, pueden terminar sintiéndose peor consigo mismos.
    • Considere la posibilidad de introducir cambios razonables y a corto plazo en las exigencias y las responsabilidades (por ejemplo, negociar extensiones de los plazos para las tareas u otras formas de reducir el estrés en la escuela).

    También es importante informar al médico de su hijo si su hijo falta a la escuela con más frecuencia.

    Recuerde que usted es quien mejor conoce a su hijo.

    Ya sea en la escuela o en el consultorio del médico, usted es el defensor principal de su hijo. No dude en hablar en nombre de su hijo.

    ¿Cuándo debo volver al médico?

    Si los sentimientos de tristeza de su hijo continúan o empeoran, es una buena idea volver al médico. El médico puede ayudar a decidir si visitar a un especialista para recibir tratamiento podría ayudar a su hijo. Se ha demostrado que un tipo de tratamiento llamado terapia cognitivo-conductual, o TCC, es útil para la depresión. Para algunos jóvenes, es útil la combinación de terapia cognitivo-conductual y medicamentos.

    Además, pida ayuda del médico para crear un plan de seguridad y emergencia, con números a los que llamar, si:

    • Su hijo comienza a tener otros problemas de conducta, como ansiedad o miedo.
    • Sucede algo en la vida de su hijo que puede empeorar su depresión, como una ruptura romántica o la muerte de un familiar.
    • Sospecha que la depresión de su hijo está afectando a otra afección médica (por ejemplo, si el asma de su hijo empeora con la depresión).
    • Su hijo piensa en hacerse daño o en suicidarse.
    • Hay un suicidio en el grupo de amigos de su hijo.

    Reserve tiempo para su propio cuidado también.

    La crianza de los hijos puede ser estresante. Si se siente abrumado, no dude en pedir apoyo a familiares, amigos cercanos, servicios sociales o su comunidad religiosa. Los niños se dan cuenta del estrés y las preocupaciones de los adultos que los rodean, por lo que obtener apoyo para usted mismo también puede ayudar a su hijo.

    Para obtener más información sobre la depresión infantil y lo que puede hacer para ayudar, visite estos sitios web.

    • American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría, AAP) HealthyChildren.org: www.HealthyChildren.org
    • Academia Estadounidense de Psiquiatría de Niños y Adolescentes: www.aacap.org
    • Asociación Estadounidense de Psicología: www.apa.org
    • Alianza Nacional para Enfermedades Mentales: www.nami.org
    • Federación Nacional de Familias para la Salud Mental Infantil: www.ffcmh.org


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