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    Vacunas: Lo que debe saber

    Updated at March 30th, 2022

    Las vacunas mantienen saludables a los niños. Las vacunas son seguras. Las vacunas son eficaces. Las vacunas salvan vidas.

    No obstante, los padres quizás todavía se pregunten por qué son necesarias las vacunas y es posible que algunos se sientan preocupados sobre la seguridad de las vacunas porque están mal informados.

    Continúe leyendo para obtener las respuestas de la American Academy of Pediatrics (AAP) a algunas preguntas comunes que tienen los padres acerca de las vacunas. La AAP es una fuente confiable de información médica.

    P: ¿Qué vacunas necesita mi hijo?

    R: Los niños necesitan todas las siguientes vacunas para mantenerse saludables:

    • Vacunas contra la hepatitis A y la hepatitis B para protegerlo contra enfermedades hepáticas graves.
    • Vacuna contra el rotavirus para ayudar a protegerlo contra la causa más común de diarrea y vómitos en bebés y niños pequeños. El rotavirus es la causa más común de internación en hospitales de bebés por vómitos, diarrea y deshidratación.
    • Vacunas DTaP y Tdap para protegerlo contra la difteria, el tétano y la tos ferina (tos convulsa).
    • Vacuna Hib para ayudar a protegerlo contra la Haemophilus influenzae tipo b (una causa de meningitis espinal y otras infecciones graves).
    • Vacuna neumocócica para ayudar a protegerlo contra la meningitis bacteriana, la neumonía e infecciones de la sangre.
    • Vacuna contra la polio para protegerlo de una enfermedad viral incapacitante que puede causar parálisis.
    • Vacuna contra la gripe para ayudar a protegerlo contra la gripe, o influenza, una enfermedad potencialmente mortal. Se recomienda esta vacuna para todas las personas a partir de los 6 meses de edad.
    • Vacuna MMR para ayudar a protegerlo contra el sarampión, las paperas y la rubéola, todas enfermedades muy contagiosas y potencialmente muy graves.
    • Vacuna contra la varicela para ayudar a protegerlo de la varicela y sus múltiples complicaciones incluyendo la fascitis necrotizante (infección por estreptococo que se come la carne), shock tóxico por estafilococo y encefalitis (inflamación del cerebro).
    • Vacuna meningocócica para ayudar a protegerlo contra enfermedades bacterianas muy graves que afectan la sangre, el cerebro y la médula espinal.
    • Vacuna contra el HPV (virus del papiloma humano) para prevenir cánceres de boca y garganta, cuello de útero y genitales.

    Recuerde que las vacunas previenen enfermedades y salvan vidas. Es importante cumplir con el programa recomendado por la AAP. Si tiene alguna pregunta, consulte con el médico de su hijo.

    P: ¿Por qué se siguen necesitando algunas de estas vacunas para enfermedades que ya no son tan comunes?

    R: Gracias a las vacunas, muchas de estas enfermedades no son tan comunes como solían serlo. Sin embargo, las bacterias y virus que las causan aún existen y todavía pueden hacer enfermar gravemente a los niños.

    Por ejemplo, antes de que se desarrollara la vacuna HIB en la década de 1980, había aproximadamente 20.000 casos de enfermedad de Hib por año en los Estados Unidos. Hoy en día hay menos de 100 casos por año. Sin embargo, la bacteria que causa la enfermedad de Hib aún existe. Por eso los niños todavía necesitan la vacuna para estar protegidos.

    En los Estados Unidos las vacunas protegen a los niños de muchas enfermedades. Sin embargo, en muchas partes del mundo siguen siendo comunes las enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunas. Debido a que estas enfermedades pueden ser traídas a Estados Unidos por estadounidenses que viajan al exterior o por personas que visitan áreas con presencia de estas enfermedades, es importante vacunar a su hijo.

    P: La varicela no es una enfermedad letal, entonces ¿por qué se necesita la vacuna?

    R: La varicela suele ser leve. Sin embargo, puede haber complicaciones graves. De hecho, hasta que se licenció la vacuna en 1995, había alrededor de 4 millones de casos, 11.000 internaciones y 100 muertes por año por varicela. Además, la varicela es muy contagiosa. La mayoría de los niños la pasan muy mal y faltan 1 semana o más a la escuela cuando están infectados. Es gracias a la vacuna que la cantidad de casos de varicela y sus complicaciones, incluida la muerte, se han reducido drásticamente.

    P: ¿Mi bebé necesita las vacunas si lo estoy amamantando?

    R: Sí. Si bien la leche materna brinda protección contra muchas enfermedades (y es la mejor nutrición para su bebé), no es un sustituto para las vacunas. De hecho, las vacunas y la lactancia funcionan bien juntas. Hay estudios que demuestran que los bebés alimentados al pecho responden mejor a las vacunas y reciben mejor protección de ellas que los bebés que no son amamantados. Y amamantar durante la vacunación o inmediatamente después de la misma puede ayudar a calmar a los bebés molestos por los pinchazos.

    P: ¿Las vacunas funcionan? Parecería que la mayoría de las personas que contrae las enfermedades están vacunadas.

    R: Sí. Las vacunas funcionan muy bien. Millones de niños han sido protegidos de enfermedades graves porque fueron vacunados. La mayoría de las vacunas infantiles son 90 a 99% eficaces en la prevención de enfermedades. Los niños que no están vacunados tienen muchas más probabilidades de contraer una enfermedad si resultan expuestos a ella. Y si un niño vacunado se enferma, los síntomas suelen ser más leves y con menos complicaciones que los de un niño que no ha sido vacunado.

    P: ¿Cuándo debería vacunar a mi hijo?

    R: Los niños deben recibir la mayoría de sus vacunas durante sus 2 primeros años de vida. Esto se debe a que muchas de estas enfermedades son más graves en los niños muy pequeños. La mayoría de los recién nacidos reciben su primera vacuna (hepatitis B) al nacer, antes de abandonar el hospital. Otras vacunas se administran en las visitas de control de bienestar de los primeros 6 meses después de nacidos. Otras vacunas se administran antes de que los niños vayan a la escuela. Los niños de más edad y adolescentes necesitan vacunas para continuar protegidos durante su adolescencia y joven adultez. (También los padres y cuidadores necesitan vacunas para evitar llevar infecciones al hogar y contagiar a sus hijos y para mantenerse sanos a fin de poder cuidar a los niños).

    Los niños que no son vacunados o que están atrasados en sus vacunas corren el riesgo de contraer muchas de estas enfermedades. También pueden contagiar estas enfermedades a otros que aún no han sido vacunados. Pregunte al médico de su hijo si el niño tiene las vacunas al día. Lleve un registro de las vacunas que cada niño recibe y lleve esta información a cada visita médica.

    P: ¿Qué efectos secundarios tendrá mi hijo luego de recibir una vacuna? ¿Son graves?

    R: Pueden presentarse efectos secundarios leves, como hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en el lugar donde se aplicó la inyección, pero no duran mucho tiempo. También es posible que su hijo tenga un poco de fiebre y que esté inquieto durante un breve tiempo después de la vacuna. Su médico podría recomendarle algún medicamento para el dolor para aliviar las molestias. Es muy poco frecuente que los efectos secundarios sean graves. No obstante, debe llamar al médico de su hijo si tiene alguna otra preocupación después de la administración de las vacunas.

    P: ¿Algunos niños deberían no recibir vacunas?

    R: Los niños con ciertos problemas de salud podrían tener que evitar algunas vacunas o recibirlas más adelante. En la mayoría de los casos, los niños con cáncer, los que reciban esteroides por vía oral o inyectable para afecciones pulmonares o renales y aquellos con problemas en sus sistemas inmunitarios no deberían recibir vacunas hechas con virus vivos. Para proteger a estos niños es muy importante que los otros estén vacunados. Por otra parte, si un niño tiene una enfermedad menor como fiebre baja, una infección de oído, tos, secreciones nasales o diarrea leve puede recibir las vacunas de forma segura.

    P: ¿La vacuna MMR causa autismo?

    R: ¡No! La vacuna MMR no causa trastornos del espectro autista (TEA). Se han realizado muchos estudios de investigación para tratar este tema. Podría haber confusión porque los niños con TEA suelen ser diagnosticados entre los 18 y los 30 meses de edad, aproximadamente al mismo tiempo que reciben la vacuna MMR. Esto ha llevado a que algunas personas asuman que la vacuna es la causa. Cada vez más evidencia demuestra que si bien los síntomas de un TEA no se notan hasta el segundo año de vida o más adelante, el TEA comienza antes de que nazca un bebé.

    P: ¿Las vacunas causan SMSL?

    R: ¡No! Los bebés reciben muchas de sus primeras vacunas entre los 2 y los 4 meses de edad. Esta también es la edad pico del síndrome de muerte súbita del lactante o SMSL (SIDS, por sus siglas en inglés), por lo que algunas personas creen que podrían estar relacionadas. Sin embargo, estudios científicos exhaustivos han confirmado que las vacunas no solo no causan SMSL sino que podrían ayudar a prevenirlo.

    P: ¿Cómo sabemos que las vacunas son seguras?

    R: La seguridad y la eficacia de las vacunas están constantemente bajo estudio. Como las vacunas están diseñadas para ser administradas a modo de rutina durante las visitas de control periódico de salud para niños, deben ser seguras. Las pruebas de seguridad comienzan ni bien se tiene en cuenta una nueva vacuna, continúan hasta que se obtiene la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (US Food and Drug Administration, FDA) y se controlan indefinidamente después del licenciamiento. La AAP trabaja muy de cerca con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) para realizar recomendaciones sobre el uso de las vacunas.

    P: ¿Qué es el timerosal? ¿Causa problemas neurológicos?

    R: En la década de 1930 se agregó un conservante llamado timerosal a las vacunas para evitar que se contaminaran. El timerosal contiene cantidades muy pequeñas de mercurio, pero en una forma diferente a la del mercurio potencialmente nocivo al que estamos todos expuestos en el medioambiente. Incluso después de muchos estudios, no se ha hallado que el tipo de mercurio en timerosal cause problemas de salud distintos a reacciones alérgicas poco frecuentes en algunas personas. El timerosal no causa problemas neurológicos. Desde 2001 todas las vacunas para bebés están o bien libres de timerosal o contienen solamente cantidades residuales del conservante. Muchas están disponibles en dosis únicas sin conservantes.

    P: ¿Es seguro administrar más de una vacuna por vez?

    R: ¡Sí! El sistema inmunitario de su hijo es capaz de manejar múltiples vacunas. Muchos años de experiencia e investigación profunda han demostrado que las vacunas de rutina de la infancia pueden ser administradas juntas de forma segura y eficaz. Los efectos secundarios no aumentan cuando se administran todas las vacunas juntas.

    P: ¿Dónde puedo obtener más información?

    R: Asegúrese de que la información provenga de fuentes confiables y precisas. No puede confiar en todo lo que encuentre en la Internet. Las fuentes creíbles incluyen

    American Academy of Pediatrics

    www.aap.org www.HealthyChildren.org

    Vacunas de los CDC

    www.cdc.gov/vaccines

    Immunization Action Coalition (Coalición de acción por las vacunas)

    www.immunize.org

    Recuerde

    Si tiene preguntas o inquietudes sobre la salud de su hijo, hable con el médico del niño.

    Disclaimer

    Todos los sitios web, las marcas, los productos o los fabricantes se mencionan solamente con fines informativos y de identificación y esto no implica que la American Academy of Pediatrics (AAP) los avale. La AAP no se responsabiliza por el contenido de los recursos externos. Al momento de la publicación, la información estaba vigente. La información que se incluye en esta publicación no se debe usar como reemplazo de la asistencia médica y los consejos de su pediatra. Es posible que existan variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo con los hechos y circunstancias individuales.

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