¿Mi hijo puede comer, beber o tomar algún medicamento el día de la anestesia?
Excepto en casos de emergencia, el estómago de su hijo debe estar vacío cuando comience la anestesia. Esto ayuda a prevenir los vómitos, que podrían provocar que ingresen alimentos o ácido estomacal en los pulmones. Antes de la anestesia de su hijo, es importante que consulte a su cirujano o anestesista acerca de pautas específicas para su hijo. A continuación se incluyen recomendaciones generales.
Los niños menores a un 1 año pueden ingerir
- Alimentos sólidos hasta 8 horas antes de la anestesia. Recuerde que la comida para bebés y los cereales son alimentos sólidos.
- Fórmula para bebés hasta 6 horas antes de la anestesia.
- Leche materna hasta 4 horas antes de la anestesia.
- Líquidos transparentes hasta 2 horas antes de la anestesia.
Los niños de todas las edades pueden ingerir
- Alimentos sólidos hasta 8 horas antes de la anestesia. Recuerde que la comida para bebés y los cereales son alimentos sólidos. En general, no se permiten alimentos sólidos después de un determinado horario la noche antes de la anestesia.
- Líquidos transparentes hasta 2 horas antes de la anestesia. Los líquidos transparentes incluyen jugo de manzana, gaseosas transparentes, palitos helados o una solución preparada de electrolitos. Recuerde que la leche y la fórmula para bebés no son líquidos transparentes.
Cada establecimiento de asistencia médica tiene sus propias pautas específicas relacionadas con la comida y la bebida antes de la anestesia. Si usted no sigue las pautas de su establecimiento de asistencia médica, es posible que el procedimiento de su hijo se demore, se cancele o se reprograme.
Además, pregúntele a su anestesista cuáles de sus medicamentos habituales debe tomar su hijo el día de la anestesia, en caso de que tome alguno. Algunos tipos de medicamentos deben interrumpirse antes de la anestesia. Casi todos los medicamentos aprobados deben administrarse la mañana del día de la anestesia junto con sorbos pequeños de agua pero no mezclados con alimentos sólidos tales como puré de manzana. Recuerde contarle al médico acerca de los medicamentos herbales y naturales.
Recordatorios importantes
En la mañana del día en que su hijo recibe la anestesia:
- Asegúrese de seguir las instrucciones de ayuno (no comer).
- Vista a su hijo con ropas sueltas y cómodas.
- Dele a su hijo los medicamentos habituales de la mañana, salvo que se indique lo contrario.
- Lleve alguno de sus objetos favoritos que lo haga sentir cómodo, como una manta, un animal de peluche o un juguete.
- Sea un padre tranquilo y relajado para su hijo.
¿Qué hará mi hijo mientras espera la anestesia?
La mayoría de los hospitales más grandes tienen una sala de espera especial para niños. Si no lo ha hecho antes, conocerá al equipo de asistencia anestésica en este momento. Ellos revisarán los registros de su hijo, examinarán brevemente a su hijo, le dirán cómo lo mantendrán seguro, hablarán sobre los riesgos y responderán las preguntas o las preocupaciones restantes.
¿Qué sucede si mi hijo está preocupado?
Una familia tranquila y comprensiva es capaz de proporcionar mayor ayuda para asegurar que su hijo no esté preocupado o alterado de más. Si su hijo tiene una manta, un animal de peluche o un juguete especial, recuerde llevarlo.
Es posible que a los niños se les administren sedantes (medicamentos para ayudar a su hijo a relajarse) antes del comienzo de la anestesia para ayudar a reducir su miedo y preocupación. La elección de administrar un sedante o no dependerá de la edad del niño, su grado de ansiedad y su afección médica, así como de las prácticas del hospital. Los sedantes pueden administrarse por boca, por la nariz o con una inyección.
Si se le administra un sedante, deberá observar a su hijo con atención. Es posible que tenga mucho sueño y necesite ayuda para sentarse o caminar.
¿Cómo se le administrará la anestesia a mi hijo?
La mayoría de los niños puede elegir una de las siguientes maneras para que comience la anestesia:
- Inhalar gases anestésicos a través de una máscara. Esto no produce dolor, pero no a todos los niños les gusta tener una máscara en la cara.
- A través de una aguja colocada en una vena (vía intravenosa o IV). Si se usa una vía IV, puede usarse anestesia local (medicamento anestésico) en el lugar de la vía IV para hacer que esta sea menos dolorosa.
- A través de una aguja colocada en un músculo (una inyección). Quizás se necesite una inyección si su hijo no se puede quedar quieto. Es probable que las inyecciones le den miedo a los niños, pero son rápidas y el dolor es breve.
Antes del día de la cirugía, la prueba o el procedimiento, hable con su hijo acerca de la posibilidad de usar una máscara. Explíquele que la máscara contiene un aire especial que ayuda a que los niños tengan sueño. Es posible que la máscara esté tratada con un aroma especial para que sea más cómoda. Quizás este método no se utilice en determinados casos, como algunas emergencias, en el caso de problemas estomacales o intestinales, o si su hijo ha comido recientemente.
Para los niños más grandes, la anestesia en general comienza por vía IV. Sin importar como comience la anestesia, se mantendrá a su hijo cómodo y dormido con gas y anestésicos IV. Su hijo permanecerá dormido durante la cirugía, la prueba o el procedimiento y se lo despertará una vez que el procedimiento haya finalizado. Si su hijo necesita permanecer dormido después del procedimiento, su anestesista se lo explicará a usted.
¿Puedo estar con mi hijo cuando comience la anestesia?
Algunos hospitales permiten que 1 persona (en general, uno de los padres) entre con un niño al quirófano u otra área donde reciba la anestesia para acompañarlo. Esto puede ser posible para los procedimientos o las cirugías programadas pero no para las cirugías de emergencia. Consulte la política de su hospital con anticipación. El anestesista de su hijo tomará la decisión final. Recuerde que si usted permanece con su hijo en el momento en que se le administre la anestesia, el objetivo de que esté allí es acompañar a su hijo y calmar sus miedos. Hágalo por su hijo, no por usted.
Si se le permite estar presente al comienzo de la anestesia, pregúntele previamente al anestesista qué debe esperar ver y cómo podría reaccionar su hijo. El hecho de entender lo que sucederá hará que se sienta más cómodo, ya que observar cómo su hijo se somete a la anestesia puede ser difícil.
Es importante que sepa que incluso si se le permite estar con su hijo al comienzo de la anestesia, igualmente el niño puede estar alterado antes de dormirse. Esto depende de la edad, el temperamento y las experiencias anteriores de su hijo.
Muchos anestesistas piensan que administrarles sedantes a los niños hace que la separación sea más fácil y que los padres no tengan que estar presentes. Hay muchos factores involucrados en esta decisión. Cualquiera sea la decisión, recuerde que el equipo de asistencia anestésica posee mucha experiencia en ayudar a los niños a estar tranquilos en estos momentos.
¿Dónde irá mi hijo después del procedimiento?
Su hijo irá a una sala de recuperación o a una unidad de cuidados intensivos, según el tipo de cirugía, prueba o tratamiento, y la afección médica de su hijo. Por lo general, se permite que los padres estén con sus hijos en estas zonas si la afección de su hijo está estable. Después de un procedimiento de rutina, generalmente la recuperación lleva entre 30 minutos y 2 horas. Luego, es posible que su hijo sea trasladado a una cama común de hospital o a una unidad para estadías cortas, o quizás se le dé el alta.
¿Cómo se comportará mi hijo después del procedimiento?
Los niños se despiertan de la anestesia de maneras diferentes y cada vez puede ser difícil. Algunos están alertas y tranquilos de inmediato. Otros pueden permanecer “grogui” durante un período mayor. Es posible que los bebés y los niños pequeños estén irritables hasta que se les hayan ido los efectos de la anestesia. Si este es el caso, quizás su hijo necesite algún medicamento sedante mientras se le van los efectos restantes de la anestesia.
¿Sentirá dolor mi hijo?
Uno de los principales objetivos de la anestesia es evitar el dolor durante y después del procedimiento. Si su hijo experimenta dolor en la sala de recuperación, quizás necesite analgésicos. Los analgésicos vienen en muchas formas diferentes y pueden administrarse de varias maneras distintas. Los médicos de su hijo hablarán con anticipación acerca de las opciones con usted y su hijo.
¿Las náuseas y los vómitos serán un problema?
Las náuseas y los vómitos son comunes después de la anestesia y pueden ser el resultado de la afección de su hijo, del procedimiento o de los efectos secundarios de la anestesia. Si su hijo vomita mucho, quizás tenga que permanecer más tiempo en el hospital. En ocasiones, es necesario que permanezca durante la noche en el hospital, aunque no sea lo planeado. Existen medicamentos que pueden administrársele a su hijo durante o después de la anestesia para reducir las probabilidades de que esto sea un problema.
Hable acerca de sus dudas o preocupaciones con su equipo de asistencia anestésica y con el médico de su hijo u otros médicos involucrados. Estos profesionales de asistencia médica están capacitados para proporcionarle a su hijo comodidad y seguridad durante todo el proceso.
Asegúrese de mantener informado a su equipo de asistencia anestésica acerca de la salud de su hijo hasta inmediatamente antes del procedimiento. Llame al equipo o al cirujano de su hijo si su hijo contrae un resfrío u otra enfermedad o ha estado expuesto a la varicela dentro de las 3 semanas anteriores al procedimiento.
Desarrollado en colaboración con la Sección de Anestesiología y Medicina del Dolor de la American Academy of Pediatrics.
La información incluida en esta publicación no debe usarse como reemplazo de la asistencia médica y los consejos de su médico. Es posible que existan variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo con hechos y circunstancias individuales.
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