Los deportes y su hijo(a)

    Updated at March 31st, 2022

    Ya sea en una cancha, en una piscina, en un campo o en un gimnasio, cada vez más niños están participando en deportes competitivos en los Estados Unidos. Los deportes ayudan a los niños y a las niñas a estar en forma y a sentirse bien consigo mismos. Sin embargo, hay algunos asuntos de importancia que los padres deben tener en cuenta si sus hijos participan en deportes organizados.

    Las siguientes son respuestas a preguntas comunes de los padres acerca de los deportes y sus hijos. Hable con el médico del niño si tiene cualquier otra pregunta o inquietud.

    P: ¿A qué edad debe mi hijo comenzar a participar en actividades deportivas?

    R: Antes de la edad escolar, el mejor modo de que un niño se mantenga sano y físicamente activo es a través del "juego espontáneo" y sin estructura. Para los niños en edad preescolar, las clases "deportivas" que hacen énfasis en la diversión son un modo excelente de incorporar el deporte sin el ánimo de competir. La mayoría de los niños están listos para participar en equipos deportivos organizados a partir de los seis años de edad, aproximadamente. Éste es el momento en que ya son capaces de seguir instrucciones y entender el concepto del trabajo en equipo.

    Tenga en cuenta que cada niño es un individuo único y que crece y madura a su propio ritmo. La edad, el peso y el tamaño no deben ser los únicos factores que se deben tener en cuenta al decidir si un niño está listo para practicar un deporte. El desarrollo emocional también es importante. No se debe forzar a un niño a que practique un deporte o competencia para la que no esté física ni emocionalmente listo. Permita que su hijo participe sólo si manifiesta verdadero interés y si usted cree que está preparado para tal actividad. Recuerde: la mayoría de los niños practican un deporte con el único fin de divertirse.

    P: ¿Deben los niños y las niñas practicar deportes juntos?

    R: Hasta la pubertad, los niños y las niñas pueden practicar deportes juntos porque suelen tener más o menos el mismo tamaño y peso. Después de la pubertad, la mayoría de los niños son más fuertes y grandes que la generalidad de las niñas. En ese punto, los niños y las niñas ya no deben competir unos contra otros en la mayoría de los deportes. Sin embargo, si no hay un equipo de niñas en determinado deporte, se debe permitir a las niñas que participen en el equipo de los niños (de hecho, es ley en algunos estados).

    P: ¿Cuáles son los riesgos de lesiones?

    R: Todos los deportes tienen riesgos de ocasionar lesiones; algunos más que otros. En general, entre más contacto haya en un deporte, mayor es el riesgo de provocar lesiones.

    La llamada "concusión" es una lesión producida por un golpe en la cabeza o el cuello. Suele producirse por contacto cuerpo a cuerpo, contacto cuerpo–objeto (como un balón) o contacto cuerpo–suelo.

    La mayoría de las lesiones deportivas afectan a los tejidos blandos del cuerpo, no a los huesos en sí. Sólo alrededor de un 5% de las lesiones deportivas involucran fractura de huesos. Sin embargo, las áreas donde crecen los huesos en los niños son muy susceptibles a lesiones durante la rápida fase de crecimiento de la pubertad.

    Los principales tipos de lesiones deportivas son torceduras (lesiones en los ligamentos) y esguinces (lesiones en los músculos). Muchas lesiones se deben al exceso deportivo, es decir cuando el niño exagera (por ejemplo, cuando hace demasiados lanzamientos de pelota). Esto ejerce tensión sobre los tendones, las articulaciones, los huesos y los músculos, con el riesgo de causar daño.

    P: ¿Cómo se puede reducir el riesgo de lesiones?

    R: Los siguientes son algunos modos de ayudar a reducir el riesgo de lesiones:

    • Usar el equipo adecuado. El equipo de protección apropiado puede incluir almohadillas (para el cuello, los hombros, los codos, el pecho, las rodillas y las espinillas), cascos, protectores bucales, protectores para la cara, copas protectoras y gafas protectoras.
    • Incrementar la flexibilidad. Los ejercicios de estiramiento antes y después de los juegos pueden ayudar a incrementar la flexibilidad de los músculos y ligamentos que se usan en la actividad deportiva.
    • Fortalecer los músculos. Los ejercicios de acondicionamiento durante los entrenamientos y antes de los juegos pueden ayudar a fortalecer los músculos que se usan en la actividad deportiva.
    • Usar las técnicas apropiadas durante la temporada de juegos.
    • Hacer pausas. Los períodos de descanso son importantes durante los entrenamientos y los partidos para reducir el riesgo de lesiones por sobre uso. Durante el año, se recomienda hacer un receso de dos meses en la práctica de un deporte específico para prevenir las lesiones por sobre uso.
    • Jugar con precaución. Para prevenir lesiones serias del cráneo y la espina dorsal, debe haber reglas estrictas que impidan a los deportistas deslizarse de cabeza (en béisbol y softball), hacer contacto con la cabeza (en fútbol americano), y hacer choque corporal (en hockey sobre hielo).
    • Suspender el ejercicio si hay dolor.
    • Prevenir las lesiones o el malestar causado por calor. Éstas son algunas precauciones al hacer ejercicio en medio de altas temperaturas:
      • – Beber cantidad de líquidos apropiados antes, durante y después del ejercicio o juego.
      • – Permitir a los deportistas ajustarse gradualmente al ejercicio en climas cálidos o húmedos al incrementar las actividades poco a poco durante las primeras dos semanas de entrenamiento.
      • – Reducir o detener el entrenamiento o la competencia durante los períodos en que una combinación de calor excesivo y humedad llega a niveles peligrosos.
      • – Usar ropa liviana.
    • Detener el juego si se detectan relámpagos en un radio de seis millas a la redonda (siguiendo la regla de "5 segundos por milla").
    • Jugar en campos de juego seguros. Inspeccionar los campos antes de los entrenamientos y juegos. Recoger los escombros y rellenar los agujeros y las superficies disparejas.

    También es importante que el pediatra le haga un chequeo físico completo a su hijo antes de participar en cualquier deporte. La mayoría de los equipos deportivos organizados exigen un examen antes de que el niño pueda jugar. Estos exámenes no están diseñados para impedir la participación del niño, sino para comprobar que goza de buena salud y puede participar en el juego sin correr peligro.

    P: ¿Qué debo hacer si mi hijo quiere renunciar al deporte?

    R: A veces el niño pierde interés en practicar un deporte, encuentra otro deporte que le atrae más o sigue a sus amigos en una nueva actividad. Si su hijo quiere dejar de practicar un deporte, obtenga todos los datos posibles. Averigüe cuáles son sus razones. Podría tratarse de una razón simple, tal como no llevarse bien con el entrenador o estar frustrado porque lo dejan en la "banca" y no le permiten jugar en los partidos. Si éste es el caso, hable con el entrenador de su hijo para tratar de resolver el problema.

    Base su decisión en lo que su hijo dice y lo que usted percibe. Aunque no es sabio que el niño se acostumbre a renunciar cuando las cosas se ponen difíciles, el "soportar" las cosas puede no ser la solución apropiada.

    P: ¿Cómo se puede prevenir el estrés relacionado con los deportes?

    R: La principal fuente de estrés en los deportes es la presión de ganar. Tristemente, muchos entrenadores y padres ponen la meta de ganar por encima de todo lo demás. Los atletas jóvenes deben ser juzgados por el esfuerzo que hagan y no simplemente porque ganen. Deben ser recompensados por dar lo mejor de sí mismos y por mejorar sus destrezas en lugar de castigarlos o criticarlos por haber perdido. Recuerde: un niño prefiere jugar en un equipo perdedor que estar sentado en la banca con un equipo ganador.

    Éstos son unos consejos para reducir el estrés relacionado con la actividad deportiva de su hijo:

    • Busque programas positivos. Evite colocar a su hijo en un programa cuyo enfoque sea "ganar a toda costa" o en un programa intensivo para jugadores estrella que juegan 4 a 5 veces por semana.
    • Conozca a los entrenadores. Aléjese de entrenadores que sean abusivos o demasiado exigentes con cualquier niño.
    • Busque un buen ajuste. Cerciórese de que su hijo juegue con niños y contra niños de su mismo grupo de edad y de habilidad equivalente.
    • Pida ayuda. Ayude a su hijo a mejorar sus destrezas con prácticas adicionales, campamentos deportivos o ayuda especial fuera de la temporada deportiva.

    Si su hijo está demasiado estresado, ya sea por su actividad deportiva o por otras razones como la escuela o el hogar, podría ser necesario retirarlo del deporte. Entre los signos de estrés figuran lesiones recurrentes o repetitivas que requieren suspender el deporte por un tiempo, pérdida de apetito, dolor de cabeza, vómitos o depresión. Los signos de depresión comprenden dormir más de lo habitual y tener una actitud de cansancio o de retraimiento.

    El aprender a sobrellevar el estrés es parte importante del crecimiento. En muchos sentidos, los deportes pueden ayudar a un niño a sobrellevar el estrés. Ésta es una de las razones por las que los pediatras animan a los niños a practicar algún deporte.

    P: Si el niño saca malas calificaciones, ¿debe impedírsele practicar un deporte?

    R: En la mayoría de los casos, la respuesta es no. Un niño que tiene dificultades en la escuela sigue necesitando de los beneficios del ejercicio, la competencia y el sentido de logro. Los deportes podrían ser el único lugar en el que el niño se sienta triunfador y podría ser perjudicial retirarlo de esta fuente de logro.

    Si su hijo no está teniendo un buen rendimiento escolar, cerciórese de que no hay otras causas, tales como conflictos con un trabajo, otros deberes o demasiada televisión. Si siente que el niño simplemente no estudia lo suficiente, puede decirle que sólo podrá jugar si sus calificaciones mejoran. Pregúntele cómo puede ayudarlo a mejorar su rendimiento escolar.

    Derechos de autor ©2010 Academia Americana de Pediatría