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    Medicamentos para niños con trastorno del espectro autista

    Updated at March 15th, 2022

    ¿Los medicamentos pueden ayudar a mi hijo?

    Si bien los medicamentos no cambiarán el trastorno del espectro autista o TEA (ASD, por sus siglas en inglés) de su hijo, pueden ser útiles si se suman a otros tratamientos para ayudar al niño en el desarrollo y el aprendizaje. Los medicamentos pueden ayudar en casos de:

    • Agresividad
    • Ansiedad o nerviosismo
    • Hiperactividad
    • Impulsividad o actuar sin pensar
    • Distracción (no prestar atención)
    • Irritabilidad (alterarse con facilidad)
    • Cambios de humor
    • Comportamientos repetitivos
    • Autoagresión
    • Problemas para dormir

    ¿Qué tipos de medicamentos se usan?

    • Se pueden usar estimulantes para el tratamiento de la hiperactividad y la distracción.
    • Se pueden usar antipsicóticos atípicos para tratar la irritabilidad/la alteración que ocurre con facilidad.
    • Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés) se pueden usar para tratar la ansiedad (o el nerviosismo) y la depresión.
    • Los agonistas adrenérgicos α2 se pueden usar para tratar la hiperactividad.
    • Los anticonvulsivos se pueden usar para tratar las convulsiones.
    • Actualmente, la risperidona y el aripiprazol (ambos antipsicóticos atípicos) son los únicos medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. específicamente para niños con TEA para tratar la irritabilidad (lo que incluye agresión, autolesiones deliberadas y rabietas).

    El medicamento que elija dependerá de su hijo y de sus comportamientos particulares. Los medicamentos no sirven para todos los niños con TEA ni para todos los problemas de comportamiento. El medicamento puede recetarlo el pediatra del niño, el médico de la familia o un especialista.

    ¿Qué debo hacer antes de que mi hijo comience a tomar un medicamento?

    Trabaje junto a su médico para decidir si comenzar o no a administrar un medicamento, y cuándo hacerlo. Es importante averiguar si hay cosas que podrían estar provocando que el comportamiento ocurra más tiempo, o con más frecuencia. Busque factores médicos que podrían estar causando o aumentando la intensidad o las veces en que ocurre el comportamiento. Por ejemplo, su hijo puede tener una fuente de dolor oculta, como una infección auditiva, que lo incite a autolesionarse. Tal vez un cambio en la rutina escolar o del hogar esté alterando a su hijo. En ocasiones, si se abordan estas cosas, ya no hay necesidad de usar medicamentos.

    Hable sobre las opciones de tratamiento que no incluyan medicamentos. A menudo, las estrategias conductuales son la mejor forma de reducir los problemas de comportamiento. Se puede empezar con estrategias conductuales y, si parecieran no funcionar, pensar en comenzar con medicamentos. Lo más frecuente es usar medicamentos junto con las estrategias conductuales, no en vez de ellas. De vez en cuando, puede ser necesario un medicamento en sí mismo cuando exista un riesgo para la seguridad del niño o de los demás.

    El pediatra de su hija puede recomendar medicamentos para su hijo si los problemas de comportamiento dificultaran el aprendizaje, la socialización, la salud y la seguridad o la calidad de vida. Si su hija no estuviera respondiendo a los tratamientos conductuales, es posible que tenga otro diagnóstico, como depresión o epilepsia, que se trata con medicamentos.

    Consulte al pediatra de su hijo sobre los beneficios y efectos secundarios de cualquier medicamento. Es importante que todos quienes cuiden a su hijo, incluso familiares, maestros, enfermeros escolares y demás cuidadores, sepan qué esperar. También debe informarle al médico de su hijo qué otros medicamentos, incluidos los suplementos alimenticios y demás tratamientos, está tomando su hijo.

    ¿Qué sucede después de que mi hijo comienza a tomar un medicamento?

    Muchos niños con TEA no necesitan tratamiento con medicamentos.

    Antes de empezar un medicamento es importante saber cuál es el objetivo de administrar ese medicamento. Si se administra para reducir un comportamiento en particular e incrementar otros comportamientos, habrá que enumerar y compartir esos “comportamientos objetivo”. Como todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, también es importante saber cuáles son y estar atentos a ellos. El pediatra de su hijo puede pedirle que complete una lista de verificación para ayudarlo a detectar cambios de comportamiento o efectos secundarios.

    Es posible que el pediatra del niño quiera que los maestros, los terapeutas y demás cuidadores le informen sobre los cambios que observen en el niño. Si toma determinados medicamentos, es posible que sea preciso hacer análisis de sangre al niño o controles cardíacos, de vez en cuando, para controlar los posibles efectos secundarios de los medicamentos.

    Puede que el médico de su hijo recomiende cambios en la cantidad de medicamento, dependiendo de lo bien que esté funcionando y si hay o no efectos secundarios. La cantidad también puede cambiar a medida que su hijo crezca. El pediatra de su hijo debe seguir administrando un medicamento solo si los beneficios son mayores que cualquier efecto secundario.

    ¿Cómo podemos usar los medicamentos de manera segura?

    Administre los medicamentos exactamente como el médico se lo indique. Esto quiere decir en la dosis correcta y a la hora debida. Cualquiera se olvida de administrar un medicamento a horario de vez en cuando. Pregúntele al médico o al farmacéutico qué debe hacer si esto sucede.

    No interrumpa, reinicie, aumente ni disminuya los medicamentos sin antes consultar con el médico. Si pareciera que un medicamento ha dejado de funcionar, puede ser porque no lo está tomando regularmente. Tal vez su hijo esté escondiendo el medicamento dentro de su mejilla, acumulándolo en algún lugar de la casa u olvidando tomarlo (en especial en la escuela). Puede que las dosis estén demasiado apartadas en el tiempo o que su hijo necesite otra dosis en este momento. Algo fuera de lo normal podría estar alterando a su hijo, o tal vez haya nuevos problemas que deban abordarse. Hable con el pediatra de su hijo sobre sus inquietudes. No se limite a aumentar la dosis o suspender súbitamente el medicamento.

    Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance de todos los niños y controle a su hijo cuando tome el medicamento. Si su hijo toma demasiada cantidad de un medicamento, llame inmediatamente al pediatra de su hijo a la Línea de Ayuda en Caso de Envenenamiento (Poison Help, 1-800-222-1222) o vaya de inmediato al departamento de emergencias de un hospital.

    Cada medicamento tiene un nombre genérico o químico. Al igual que los detergentes o las toallas de papel, algunos medicamentos son comercializados por más de una compañía con distintos nombres comerciales. El mismo medicamento puede ser comercializado con un nombre genérico y varios nombres comerciales.

    Los medicamentos genéricos con frecuencia cuestan menos que los que tienen nombres comerciales. Tienen la misma fórmula química, pero pueden no tener exactamente la misma concentración que los medicamentos con nombres comerciales. Pregúntele al pediatra de su hijo o al farmacéutico si su hijo debe tomar una marca específica de medicamento. Los medicamentos vienen en distintas presentaciones, entre las que se incluyen líquidos, comprimidos, cápsulas y parches.

    Hable con el médico de su hijo sobre las opciones y lo que funcionaría mejor para su hijo. Algunos medicamentos deben renovarse cada mes. Asegúrese de tener un sistema para llevar un control del medicamento de su hijo y que no se acabe.

    Un medicamento podría causar una reacción alérgica. Las reacciones alérgicas incluyen urticaria, picazón, erupciones, hinchazón y dificultad para respirar. Incluso una cantidad pequeña de un medicamento puede causar una reacción en los pacientes que son alérgicos a ese medicamento. Si su hijo tiene una reacción de este tipo, llame a su pediatra o al farmacéutico de inmediato. Asegúrese de hablar con el médico de su hijo antes de reiniciar un medicamento que anteriormente haya provocado una reacción alérgica.

    Los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Es posible que su hijo tenga efectos secundarios y usted podría no estar seguro si un síntoma es causado por el trastorno que se está tratando o por el medicamento en sí. Hable con el médico de su hijo si está preocupado.

    Tomar dos o más medicamentos al mismo tiempo podría causar más efectos secundarios o hacer que uno de los medicamentos no funcione tan bien. Consulte siempre con el médico, enfermero o farmacéutico de su hijo antes de agregar otro medicamento, ya sea recetado o de venta libre. Asegúrese que cada médico esté informado sobre todos los medicamentos que toma su hijo. Además, informe al médico sobre cualquier vitamina, suplemento herbal o suplemento alimenticio que su hijo esté tomando. Algunos de estos pueden tener efectos secundarios cuando se los toma solos o con medicamentos.

    Toda persona que tome un medicamento debe realizarse un control al menos una vez al año, además de las visitas de rutina para el control de los medicamentos. Es muy importante llevar a su hijo a las visitas de seguimiento que haya programado el pediatra para controlar la respuesta del niño a los medicamentos y detectar efectos secundarios.

    Si piensa que su hijo está usando drogas o alcohol, comuníqueselo al médico de inmediato.

    Si piensa que existe la posibilidad de que su hija esté embarazada, comuníqueselo al médico de inmediato. El embarazo requiere un cuidado especial en el uso de medicamentos.

    Utilice una farmacia para todos los medicamentos de su hijo. Algunos medicamentos pueden tener interacciones entre sí. Estas interacciones pueden ser desde leves hasta graves. Tal vez su hijo tenga más de un médico que le receta medicamentos, y esos médicos pueden no estar informados sobre otros medicamentos que su hijo esté recibiendo. Usar una única farmacia reducirá las probabilidades de que se produzcan interacciones negativas entre los fármacos, porque el farmacéutico puede revisar todos los medicamentos de su hijo.

    Solicite frascos con cierre de protección para niños para los medicamentos de su hijo. La toma accidental de medicamentos recetados puede ser grave. Esto se puede evitar con frascos a prueba de niños. También se puede evitar guardando los medicamentos de su hijo en un lugar seguro donde el niño no pueda alcanzarlos.

    Pregunte cómo y dónde se deben guardar y despachar los medicamentos de su hijo. Muchas personas guardan los medicamentos en el baño. La humedad que hay allí puede dañar las píldoras. Otros medicamentos deben ser refrigerados. Algunos medicamentos líquidos deben agitarse antes de dárselos a un niño. Consulte a su farmacéutico sobre estos temas cuando retire una receta.

    Si el medicamento de su hijo es líquido, pida algo con qué medirlo. Las cucharas y cucharitas utilizadas para comer no son exactas para medir. El médico o el farmacéutico de su hijo tienen a su disposición jeringas y tacitas para medicamentos con medidas exactas.

    Tenga en cuenta que la información impresa como esta se refiere a niños y adolescentes en general. A medida que los investigadores aprenden más cosas, el asesoramiento cambia. Incluso los expertos no siempre están de acuerdo. Hay muchos medicamentos que no cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. para ser usados en niños. Por este motivo, su uso para un determinado problema o grupo etario con frecuencia no se incluye en el vademécum Physicians’ Desk Reference. Esto no significa necesariamente que el medicamento sea peligroso o no funcione. Solamente significa que la compañía que fabrica el medicamento no ha pedido permiso para promocionar el medicamento para su uso en niños. Generalmente esto se debe a que es caro hacer las pruebas necesarias para obtener ese permiso.

    Si tiene alguna pregunta sobre el medicamento o si nota algo inusual, consulte con el médico o el enfermero de su hijo.

    Recursos

    American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP) “AACAP Releases Autism Spectrum Disorder: Parents’ Medication Guide”: www.aacap.org/AACAP/Press/Press_Releases/2017/AACAP_Releases_Autism_Spectrum_Disorder_Parents_Medication_Guide.aspx

    American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, American Psychiatric Association. Autism Spectrum Disorder: Parents’ Medication Guide. Washington, DC: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry; 2016. https://www.aacap.org/App_Themes/AACAP/Docs/resource_centers/autism/Autism_Spectrum_Disorder_Parents_Medication_Guide.pdf.

    Autism Treatment Network, Autism Research Intervention Network on Physical Health. Autism: Should My Child Take Medicine for Challenging Behavior? A Decision Aid for Parents of Children With Autism Spectrum Disorder. New York, NY: Autism Speaks. https://www.autismspeaks.org/tool-kit/atnair-p-medication-decision-aid.

    Disclaimer

    La información incluida en este recurso no debería reemplazar la atención médica ni el consejo de su pediatra. Puede que haya variaciones en el tratamiento que le recomiende su pediatra basándose en los hechos y circunstancias individuales. Recurso original incluido como parte de Caring for Children With Autism Spectrum Disorder: A Practical Resource Toolkit for Clinicians, 3rd Edition.

    La inclusión en este recurso no implica el respaldo de la American Academy of Pediatrics (AAP). La AAP no es responsable del contenido de los recursos mencionados en este material. Las direcciones de los sitios web se encuentran lo más actualizadas posible, pero pueden cambiar en cualquier momento.

    La American Academy of Pediatrics (AAP) no revisa ni respalda ninguna modificación realizada en este recurso y en ningún caso será responsable de dichos cambios.

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