La gastroenteritis es una enfermedad infantil muy común que produce diarrea y vómitos, y que puede provocar deshidratación. Generalmente la causa un virus, pero también puede ser el resultado de bacterias o parásitos. La mayoría de las veces la diarrea leve y los vómitos duran pocos días. Sin embargo, si los síntomas no desaparecen o empeoran, su niño(a) requerirá tratamiento hospitalario.
Síntomas a tener en cuenta
Llame a su pediatra si su hijo es menor de 6 meses de edad y presenta cualquiera de estos síntomas:
- Sangre en las heces
- Vómitos frecuentes
- Dolor de estómago
- Orina con menos frecuencia (moja menos de 6 pañales por día)
- No tiene lágrimas cuando llora
- Rechaza los líquidos
- Fiebre alta (por encima de 102 °F ó 39 °C)
- Diarrea frecuente
- Boca seca, pegajosa
- Pérdida de peso
- Sed extrema
Cuidado de su hijo en el hospital
La mayor preocupación con la gastroenteritis es la deshidratación, que ocurre cuando un niño pierde mucho líquido y se seca. Si su hijo ha perdido mucho fluido debido a los vómitos o a la diarrea, necesitará una infusión endovenosa de líquidos en su cuerpo. Esto es una vía para que su hijo reciba fluidos a través de un pequeño tubo de plástico que se coloca dentro de una vena por debajo de la piel.
¿Cuándo podrá regresar mi hijo a casa?
Una vez que su niño reciba líquidos directamente en su cuerpo y comienza a orinar una cantidad normal de orina, podrá regresar a casa. Esto puede tomar sólo unas horas o quizá tenga que quedarse de un día para otro en el hospital.
Cuidado del niño en casa
Para casos de diarrea leve a moderada, continúe ofreciéndole a su hijo una dieta normal que incluya fórmula o leche. Puede seguir dándole de lactar. Si su niño no tolera la leche de vaca debido a la diarrea, pregúntele al médico del niño si debe suspenderla de su dieta por unos días.
Las soluciones electrolíticas son unos fluidos especiales que han sido diseñados para reemplazar la pérdida de agua y de sales durante la diarrea. No intente preparar estos líquidos especiales. Hable al respecto con el médico de su hijo o con un farmacéutico.
Si su pequeño no se encuentra vomitando, continué alimentándolo. Tal vez tenga que ofrecerle menor cantidad de comida de lo que acostumbra recibir, o alimentos que no maltraten más su estómago.
Mantenga a su niño sano
Las siguientes son maneras de mantener a su hijo sano:
- Evite la diseminación de gérmenes. La mejor manera de lograrlo, es lavándose las manos con jabón a menudo, o usar una loción desinfectante para manos.
- Evite los gérmenes. Procure mantener a su hijo alejado de otros niños que tengan diarrea o vómitos.
La información contenida en esta publicación no debe usarse como un sustituto al cuidado y consejo de su médico. Existen muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra recomendará, basado en hechos y circunstancias individuales.
Derechos de autor © 2008