Los niños con trastornos del espectro autista o TEA (ASD, por sus siglas en inglés) tienen dificultades para atravesar las situaciones cotidianas. Continúe leyendo para obtener más información de la American Academy of Pediatrics sobre las intervenciones de comunicación, sociales y sensoriales.
Intervenciones de la comunicación
Los niños con TEA quizás no comprendan el objetivo de la comunicación verbal y no verbal. Por lo tanto, en su mayoría, o posiblemente todos los niños, se beneficiarán con intervenciones formales del habla y del lenguaje. Los trastornos de la comunicación en los niños con TEA tienen varios niveles de gravedad. Algunos niños directamente no pueden expresarse. Es posible que necesiten un tratamiento intensivo, que puede incluir enseñarles un medio de comunicación no verbal, como el uso del Sistema de comunicación por intercambio de dibujos (Picture Exchange Communication System, PECS) u otros sistemas basados en imágenes, o el uso de dispositivos de comunicación electrónicos (como dispositivos generadores del habla). El rango de destrezas comunicativas es bastante variable según la gravedad del TEA, e incluye un vocabulario y uso de la gramática normales, pero un retraso o falta del uso social del lenguaje para la conversación.
Muchos niños con TEA que sí desarrollan el habla pueden comunicarse de maneras inusuales (consulte la sección Retrasos en el lenguaje en la página 3). La terapia del habla debe tratar estas dificultades en distintos niveles. El tratamiento es brindado o dirigido por un patólogo del habla y el lenguaje capacitado. La familia y otros miembros del equipo también se involucran en el plan de tratamiento. El objetivo de la terapia es usar cualquier modo eficaz de brindar comunicación, mientras que al mismo tiempo se trabaja para mejorar todos los niveles de comunicación, incluida la producción verbal o el habla. Para los niños que no usan palabras, los terapeutas promoverán el uso de gestos naturales, enseñarán el lenguaje de señas, o usarán dibujos o un dispositivo para comunicarse. A algunos padres les preocupa que estos métodos puedan evitar que sus hijos aprendan palabras. Las investigaciones respaldan la conclusión opuesta: los niños que han desarrollado algún medio de comunicación, incluso si es no verbal, pueden desarrollar destrezas del habla más rápidamente. El PECS es un sistema de lenguaje visual no verbal que usa fotografías, dibujos lineales e imágenes para ayudar a los niños a pedir las cosas que desean o necesitan. Los sistemas de lenguaje visual, como los dibujos y signos, se emparejan con el lenguaje hablado y pueden usarse para enseñar los aspectos básicos de la comunicación.
El programa comunicativo generalmente forma parte de un programa mayor basado en el desarrollo o el comportamiento. El patólogo del habla y el lenguaje debe ayudar a los otros miembros del equipo a asegurarse de que los objetivos comunicativos estén incluidos en el plan de servicios y sean tratados en el entorno educativo.
Para los niños con TEA que tienen un lenguaje fluido, los objetivos del tratamiento deben centrarse en el uso social del lenguaje, la conversación recíproca, y la construcción de destrezas y relaciones sociales. Todo programa de tratamiento debe incluir frecuentes reevaluaciones del progreso, y los objetivos deben ajustarse según sea necesario.
Intervenciones para las destrezas sociales
Muchos niños con TEA aprenden a interactuar a través de la comunicación. La atención conjunta es uno de los cimientos para las destrezas sociales y comunicativas posteriores. En realidad, los estudios de investigación han demostrado que el lenguaje funcional a menudo comienza a desarrollarse aproximadamente un año después de que el niño ha dominado la atención conjunta. La atención conjunta y la comunicación se aprenden más eficazmente en las interacciones diarias con la familia. Las experiencias de aprendizaje deben incorporarse a las actividades diarias habituales del niño. Estas actividades deben comenzar lo antes posible, apenas se identifiquen los retrasos en el lenguaje, si es que se identifica alguno.
Fuera de la familia, la estrategia más importante para mejorar las destrezas sociales es brindar a los niños con TEA todas las oportunidades posibles para jugar e interactuar con sus pares con desarrollo típico. A medida que los niños con TEA crecen, necesitarán una enseñanza explícita para aprender a interactuar adecuadamente con sus pares en la escuela y en la comunidad. Esta enseñanza debe incluir sesiones de terapia directa de destrezas sociales, además de entrenamiento y apoyo en el aula y en los momentos menos estructurados como el almuerzo y el receso.
Teoría de la mente: Ver las cosas como las ven los demás
La teoría de la mente es la capacidad de ver las cosas desde el punto de vista de otra persona. Esta destreza se desarrolla de manera natural en los niños con desarrollo típico aproximadamente a los 4 años de edad.
La capacidad para ver las cosas desde la perspectiva de otra persona se construye sobre las capacidades de desarrollo anteriores. Para comprender las intenciones y los sentimientos de los demás, los niños primero deben dominar la atención conjunta y sentir placer o alegría al conectarse con otras personas. Luego necesitan experimentar los deseos o sentimientos de los demás a través de los intercambios recíprocos de gestos y sonidos. Es experimentando los gestos y sonidos de otras personas y respondiendo a ellos que los niños comienzan a comprender cómo se sienten los demás. Cuando los niños comienzan a poder usar palabras, señales reales o símbolos, pueden darle voz a esta comprensión gradualmente emergente de las intenciones y los sentimientos de los demás. Comienzan a mostrar la capacidad para adoptar la perspectiva de otro, que incluye la empatía, o una teoría de la mente.
Historias de actividades sociales
Una vez que el niño adquiere mejor dominio del lenguaje, la instrucción puede avanzar a las historias de actividades sociales.
En este enfoque para ayudar a un niño con TEA a aprender cómo comportarse en diversas situaciones, se crea un guión o una historieta que muestra cómo se podría sentir el niño y modos adecuados de responder. Los modelos de historias de actividades sociales que se han publicado en libros (consulte la sección Recursos en la página 32) brindan información sobre diversas situaciones sociales a través del uso de dibujos y texto para preparar a un niño antes de que se encuentre realmente en un entorno similar. Las historias proporcionan un punto de partida para la discusión recíproca sobre qué conversaciones y comportamientos se podría esperar que ocurran en ese entorno, a fin de ofrecer sugerencias al niño y evitar dificultades y vergüenza. El uso de historias de actividades sociales se complementa con la imitación y actuación del comportamiento adecuado, además de comentarios correctivos. Esta técnica puede continuar siendo muy útil incluso durante la adolescencia y la adultez. Se recomienda a los padres o cuidadores que creen historias nuevas con múltiples variaciones y giros sobre las historias publicadas que se adapten mejor a las actividades, a la situación y al nivel de comprensión de sus propios hijos.
Otros enfoques del desarrollo de destrezas sociales incluyen hacer que los niños con TEA interactúen con otros niños que no tienen TEA en entornos grupales. Esto puede incluir juegos estructurados o actividades de conversación con un adulto capacitado en el hogar o la escuela.
Intervenciones sensoriales y motoras
Muchos niños con TEA parecen tener aversiones o ansias sensoriales inusuales. Puede desagradarles el tacto, el abrazo, determinados sonidos como los motores o las máquinas, las texturas y la consistencia de determinados alimentos. Es difícil comprender el significado de dichas aversiones para estos niños. Puede haber otros comportamientos que los niños usan para buscar activamente determinadas sensaciones, como los olores o la presión profunda. Algunos niños se involucran en comportamientos autoestimulantes repetitivos, como mecerse hacia adelante y hacia atrás, girar, comportamientos autoagresivos (como morderse, golpearse la cabeza y arrancarse la piel) y la exploración oral repetitiva (llevarse cosas a la boca) con objetos no comestibles.
Se ha sugerido que los niños con TEA pueden tener dificultades con la integración sensorial. Las investigaciones básicas sobre el cerebro están revelando que las personas con TEA pueden tener dificultades para procesar la información que reciben por vías visuales, auditivas o por otras vías sensoriales simultáneamente.
La sobrecarga sensorial ha sido mencionada como una causa potencial de rabietas o comportamientos problemáticos. Puede parecer que los niños con TEA ignoran o ansían los estímulos sensoriales. Las dificultades para el procesamiento sensorial son síntomas de problemas en el sistema nervioso central que son comunes a las personas con una variedad de discapacidades del desarrollo, y no son exclusivas del TEA.
La terapia de integración sensorial, tal como los terapeutas ocupacionales la utilizan en la actualidad, emplea procedimientos como la presión profunda, el roce, el uso de un chaleco con peso adicional y la oscilación para regular los estímulos sensoriales. Estas terapias parecen tener un efecto relajante en algunos niños y suelen citarse como prueba de que son eficaces.
Si bien este tipo de intervenciones se practican extensivamente y se las continúa estudiando en la actualidad, en este momento existen pocos datos para respaldar las afirmaciones de los beneficios de dichas intervenciones. Otras intervenciones, como el entrenamiento de integración auditiva (auditory integration training, AIT) o la optometría del comportamiento, también se utilizan para regular o modificar la respuesta a los estímulos sensoriales. En la actualidad, tampoco cuentan con datos que respalden sus afirmaciones. Estas últimas intervenciones no están avaladas por la AAP.
Para obtener más información, visite HealthyChildren.org.
Adapted from the American Academy of Pediatrics patient education booklet, Understanding Autism Spectrum Disorder (ASD). La información que se incluye en esta publicación no se debe usar como reemplazo de la asistencia médica y los consejos de su pediatra. Es posible que existan variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo con los hechos y circunstancias individuales.
Translation of ASD—Communication, Social Skill, and Sensory Motor Interventions
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