¿Qué debo saber sobre los problemas para dormir?
Los problemas para dormir son comunes en los niños con y sin trastornos del espectro autista o TEA (ASD, por sus siglas en inglés). Entre la mitad y un tercio de los niños con TEA tienen problemas para dormir. Esto puede causar problemas durante el día, como falta de atención, irritabilidad o exhibición de más comportamientos repetitivos. La cantidad de horas de sueño durante la noche que necesitan los niños en edad preescolar, en general, es de 10 a 13 horas. A medida que crecen, el tiempo se reduce. Para los 13 años, la cantidad habitual de sueño necesaria es de entre 8 y 11 horas. Los problemas para dormir pueden afectar también a los padres y cuidadores, además del niño, porque los padres pierden horas de sueño al estar atendiendo a un niño que está despierto.
¿Cuáles son algunos de los motivos de los problemas para dormir?
Los niños con TEA pueden tener muchos motivos para no dormir. Las causas pueden ser médicas, de comportamiento o ambas. Las causas médicas de los problemas para dormir pueden incluir alergias, problemas para respirar y reflujo gastroesofágico (molestias estomacales).
Los medicamentos también pueden afectar el sueño. Los motivos de comportamiento que causan problemas para dormir pueden ser cambios en las rutinas diarias o de la hora de acostarse, estrés en casa o en la escuela, cambio de cuidadores o cualquier otra cosa que rompa el patrón habitual de su hijo.
El sueño tiene ciclos con distintos patrones de ondas cerebrales. Estos patrones pueden ser distintos en algunas personas con TEA. Es posible que las personas con TEA tengan el sueño más liviano y sueñen menos más tarde en la noche. Ese es el momento en que frecuentemente ocurre el despertar durante la noche. La hormona llamada melatonina es producida por el cerebro para controlar el sueño. Algunos estudios científicos muestran que las personas con TEA posiblemente no tengan la misma cantidad o actividad de melatonina.
Algunos problemas para dormir incluyen:
- Dificultad para dormirse. Los niños pueden tener dificultad para conciliar el sueño por varios motivos. Puede ser difícil conciliar el sueño si estuvieran pasando muchas cosas en casa, si los niños comieran o bebieran cafeína, si pasaran mucho tiempo delante de pantallas por la tarde o noche, si no tuvieran una rutina habitual para la hora de acostarse, si hubieran dormido mucha siesta durante el día o si fueran hiperactivos. En particular los niños con TEA podrían tener más dificultad para pasar de estar despiertos a estar dormidos o podrían tener más ansiedad por apartarse de los padres o cuidadores.
- Despertarse durante la noche. Los niños que se despiertan durante la noche pueden quedarse despiertos si no saben cómo volver a dormirse solos o si no entienden que la noche es para dormir. Pueden permanecer despiertos porque están acostumbrados a recibir alimentos o atención cuando se despiertan. Algunos niños se despiertan cuando se ensucian o se mojan, o porque necesitan ir al baño.
- Despertarse temprano. Los niños pueden despertarse temprano debido a problemas en los ciclos de sueño en la producción de melatonina, o porque tienen dificultad para volver a conciliar el sueño cuando se despiertan. También puede que se despierten temprano porque durmieron lo suficiente y no están cansados.
- Pesadillas, terrores nocturnos y sonambulismo. Estas cosas ocurren durante las primeras horas de sueño. Están relacionadas con la actividad cerebral durante el sueño. Si bien pueden dar miedo, es poco probable que perjudiquen a su hijo y, en general, los niños no lo recuerdan por la mañana.
¿Cómo se evalúan los problemas para dormir?
El médico de su hijo puede realizarle un examen físico general y obtener los antecedentes de problemas de salud y para dormir. Trate de llevar un diario del sueño durante un tiempo para ayudar al médico del niño a comprender los hábitos de sueño de su hijo. Informe al médico del niño si su hijo ronca fuerte o si tiene problemas de respiración por la noche y cualquier otra afección de salud que pudiera tener su hijo. El pediatra del niño podría pedirle pruebas si la historia clínica o el resultado del examen físico sugirieran que hay motivos médicos que causan los problemas de sueño.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a dormir mejor?
Los estudios han demostrado que las estrategias de comportamiento ayudan más que los medicamentos a mejorar los problemas para dormir. Estos son algunos pasos que pueden ayudar:
Primer paso: Cronograma de sueño (usar durante 2 semanas)
- Establezca un horario regular para ir a la cama y para levantarse. Intente respetar ese cronograma, incluso aunque su hijo tenga una “mala noche”.
- Comience una rutina relajante que termine con la hora de la cama. Haga esa rutina del mismo modo cada noche. Las rutinas tienen especial importancia para los niños con TEA.
- Asegúrese de que la habitación de su hijo esté preparada para dormir. Debe ser silenciosa y oscura, sin televisor ni música. El resto de la casa debe estar en silencio a la hora de ir a dormir.
- Asegúrese de que su hijo sepa que la cama y la hora de dormir son únicamente para dormir, no para jugar o para el tiempo fuera.
- Pruebe los ruidos blancos (como un ventilador) o música suave y tranquilizante.
- Limite el tiempo de pantallas por la tarde o noche. La luz azul de la televisión y los videojuegos dicen a los cuerpos de los niños que es momento de despertarse.
- Si su hijo se despierta con demasiada frecuencia para ir al baño, no le permita beber demasiado líquido después de la cena y por la noche.
En ocasiones, el solo hecho de crear buenos hábitos de sueño ayuda con los problemas para dormir, pero tal vez se necesiten otras medidas.
Segundo paso: Fomente el comportamiento deseado
Muchos niños con TEA responden a las órdenes y a las recompensas al intentar cambiar sus comportamientos. Repase junto a su hijo lo que espera que haga, con anticipación y nuevamente cada noche. Piense en la posibilidad de usar una tabla de imágenes o una historia para describir la rutina de la hora de acostarse. Si su hijo se ha quedado en la cama, ofrézcale una recompensa por la mañana, como un dulce que le guste, un juego o un ratito para usar pantallas.
Tercer paso: Ignore el comportamiento problemático
Si los problemas para dormir continúan después de establecer un buen lugar para que su hija duerma y una rutina para dormir adecuadas, tal vez desee agregar el paso de ignorarla cuando lo llame desde su cama. Cuando deje a su hija en la habitación, diga “buenas noches” y felicítela por irse a la cama. Luego vaya a controlarla en los momentos en que usted haya decidido hacerlo (generalmente cada pocos minutos) e ignórela entre los controles. Extienda el tiempo entre los controles durante la noche y en el transcurso de los días siguientes. Cuando vaya a controlar, échele un vistazo a la habitación. Si su hija está despierta, dígale que se duerma y luego váyase. No hay problema si su hija se duerme en el piso.
Es muy importante que todos los cuidadores respeten este paso; hable con el resto de su familia sobre este plan antes de implementarlo. Si vive en un apartamento o condominio, tal vez también quiera hablar con sus vecinos. Los llantos y berrinches de su hija empeorarán durante varios días, pero con el tiempo mejorarán. Es fundamental que respete su plan y lo lleve adelante de la misma manera durante al menos 2 semanas, de principio a fin, para poder notar una diferencia. Tal vez necesite ayuda adicional para hacer esto, ya que puede ser difícil y agotador para padres y cuidadores.
Seguridad
Algunos niños con TEA necesitan atención permanente para mantenerlos a salvo debido a sus comportamientos. Si su hija corre riesgo de lastimarse cuando no la esté supervisando y suele despertarse mucho durante la noche, pruebe las siguientes medidas de seguridad:
- Compruebe que la habitación de su hija sea segura y de que no haya objetos que pueda tirarse encima o comer. Cerciórese de que todos los objetos grandes, cables y artefactos eléctricos estén asegurados.
- Proteja las ventanas con un sistema que impida que se puedan abrir o romper.
- Tenga en cuenta instalar un portón para bebés, una alarma o una tranca en la puerta de su hija si suele deambular hacia otras partes de la casa.
- Puede usar un timbre o un monitor de bebés dentro de la habitación para que su hija llame su atención.
- También puede usar un monitor para bebés con video o audio para asegurarse de que su hija esté segura sin entrar a la habitación.
Otro paso posible: Medicamentos
El pediatra de su hija puede sugerir el uso de medicamentos recetados o de venta libre junto con el entrenamiento del comportamiento. Debe hablar con el médico de su hija antes de probar cualquier medicamento o suplemento herbal para su hija.
Otras opciones para niños que se despiertan por las noches y tienen dificultad para dormirse
Si aplicó este consejo todos los días durante 2 semanas y su hija sigue teniendo problemas para dormir, debe hablar con el pediatra de la niña. Hay otras intervenciones del comportamiento que se pueden usar.
Los problemas muy difíciles deberán ser consultados con un experto en el sueño.
Recursos
American Academy of Pediatrics HealthyChildren.org: www.HealthyChildren.org
Durand VM. Sleep Better! A Guide to Improving Sleep for Children With Special Needs. Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing Co; 2014
Ferber R. Solve Your Child’s Sleep Problems: New, Revised, and Expanded Edition. New York, NY: Touchstone; 2006
Moon RY, ed. Sleep: What Every Parent Needs to Know. Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2013
Disclaimer
La información incluida en este recurso no debería reemplazar la atención médica ni el consejo de su pediatra. Puede que haya variaciones en el tratamiento que le recomiende su pediatra basándose en los hechos y circunstancias individuales. Recurso original incluido como parte de Caring for Children With Autism Spectrum Disorder: A Practical Resource Toolkit for Clinicians, 3rd Edition.
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Translation of ASD Family Handout—Sleep Problems
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